Yeguada Villares

Los orígenes:
La ganadería se formo en el año 1992, bajo el asesoramiento del prestigioso ganadero Don Isaías Vázquez, para ello se compraron seis potras del hierro de Don Francisco Olivera Bermúdez, elegidas por sus orígenes, morfología y capacidades funcionales. Para las primeras cubriciones utilizamos el semental del hierro de F. Olivera Novato XIX, posteriormente adquirimos un semental de nombre Marciano IV del hierro de Don Salvador Guardiola, en la elección del cual pusimos el máximo de cuidado y exigencia.
Ubicación:
En Alía pueblo de la provincia de Cáceres, ubicado en una zona que consideramos optima para la cría caballar por su orografía, pastos y clima y en una finca de dehesa de 35 hectáreas. Criamos nuestros animales en régimen de semi libertad, las yeguas paren normalmente en el campo, el semental cubre en libertad y los potros amansados a la mano viven en extensas cercas a campo libre, hasta los tres años.
Para la alimentación procuramos utilizar al máximo los recursos que nos brinda el campo, para ello sembramos unas 20 hectáreas repartidas en dos cercas de centeno, que los animales pastorean en verde desde Noviembre hasta Julio, desde entonces les aportamos paja, forraje, alfalfa, pienso y bellotas, hasta volver a iniciar el ciclo.
En la actualidad:
La plantilla de yeguas reproductoras es de 5 yeguas, dos potras de tres años, todas de nuestro hierro y con un porcentaje muy alto de sangre Guardiola, así mismo, como sementales disponemos de Maromito VI de Guardiola, Manzanillo XIV y Macareno XLVI de nuestro hierro .
Los productos macho vendidos han tenido una gran aceptación por numerosos y variados tipos de clientes, también nuestros potras han tenido éxito ya que muchas de ellas han servido para formar varias ganaderías. Existen animales de nuestro hierro, además de los vendidos en España, en Alemania y Estados Unidos.
Objetivos:
Seguir criando, al margen de las modas de colores de capas, centrándonos en mantener el actual nivel de calidad, consideramos que nuestros potros y potras se distinguen en primer lugar por su buen carácter, y también por la calidad de movimientos en los tres aires, sumándole a todo esto, alzada y hueso.
Mejorar la comercialización, basándonos para ello en enseñar nuestros animales, no solo en la finca, sino montados por profesionales que sean capaces de mostrar lo mejor de cada uno de ellos y aconsejando la idoneidad de cada animal, en función de la disciplina a la que se le quiera someter.