Entro en mi habitación de trabajo, dejo por un momento el ruido de la gente, del coche, de la calle... Dejo atrás el estrés, esa sensación de medio ahogo que nos lleva cada día a desear tumbarnos en la cama y comenzar a soñar... Y me siento en mi silla, todavía noto en ese ambiente ese olor a papel de embalar de mi ultimo trabajo y entonces enciendo mi luz y observo todos esos trabajos a medias, mil recortes de papel diferentes, tijeras con diversas formas y puntilla, mucha puntilla, saco la parte seca del bote de cola escuchando de fondo mi emisora de radio preferida y ya he desconectado... Todo fluye y empiezo a disfrutar... Y empiezo a dibujar en mi cabeza mis sueños de papel.