Bodega familiar artesanal en Labraza (Rioja Alavesa), en 2016 decide dar el salto hacia la comercialización.
Cultivamos los viñedos y elaboramos nuestros vinos siguiendo manejos tradicionales heredados en una arraigada familia de labradores junto a otros provenientes de la viticultura biológica.
Los cuidados puestos en preservar el buen estado de salud de nuestros suelos y el respeto a las especificidades geográficas y climáticas de Labraza, y sus distintas parcelas, garantizan la obtención de unas excelentes uvas, capaces de expresar personalidades muy diferenciadas.
Esto unido al mimo puesto en una elaboración limitada da como resultado vinos únicos y auténticos, cargados de expresión y sensaciones, que reflejan las condiciones de la finca, la añada y un balance entre el alma de cada viñedo y los valores de quienes los elaboramos: Amor por la tierra, entusiasmo y honestidad. Sangre joven y viñas viejas.