El día que trajimos a Dandorella, la yegua de María, apartada de la competición
por dos cólicos, después de varias operaciones, pensamos, que no podríamos
recuperarla y que le daríamos sus últimos meses en el campo…
El descanso en La Butrera, la compañía de nuestros caballos Carpintero y Cicerón y
sobretodo, los cuidados de Claudio, revivieron a Dandorella.
Al cabo de un año , nos sorprendimos de nuestra propia decisión, llevarla a Madrid
para volver a competir .
Después nació la idea: ¿porque no ofrecer esto a otros caballos?
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