Creo firmemente en que la mayor parte de nuestro sufrimiento es generado por nosotros mismos y que es posible, (a veces ,con ayuda profesional), con acción, determinación, tiempo compromiso y trabajo, cambiar nuestras conexiones neuronales. Cambiando nuestros pensamientos, cambia nuestra química, nuestras emociones y por ende nuestra forma de estar en el mundo.
Realmente convertirnos en personas nuevas es posible, tenemos que creer que hay un trozo nuestro en cada persona a la que admiramos, ellas solo nos recuerdan hacia donde nos queremos dirigir.