En el año 1906 en el caserío Zelaia, el bisabuelo Jose Antonio empieza a elaborar sidra para consumo particular y amigos, aquí comienza a gestarse la sabiduría y tradición sidrera de la familia Gaincerain.
Así, la tradición de elaborar sidra se ha ido transmitiendo de generación en generación: en 1942 Jose Joaquín Gaincerain tomó el testigo que posteriormente cedió en los años 70 a su hijo Jose Antonio Gaincerain, que decidió focalizar y profesionalizarse en la elaboración de Sagardoa.
Es a partir de este momento cuando, tanto el sector en general como Zelaia en particular, sufre una importante evolución, realizando grandes avances tecnológicos, con nuevas instalaciones, maquinaria adaptada a los nuevos tiempos y necesidades…Todo ello va de la mano con el auge popular de la temporada del “txotx” en la que Zelaia siempre ha sido uno de los referentes.
Así, se ha llegado al presente, cuando se ha hecho efectivo el último traspaso generacional a las tres hijas: Oihana, Maialen y Jaione Gaincerain.
El entusiasmo, las ganas y la fuerza transmitida por las generaciones anteriores nos impulsan día a día a continuar por la senda del progreso, de la mejoría; en resumen: Calidad.