Cuenta la leyenda que, encontrándose en el bosque el Abad Virila, quedó extasiado al escuchar el trino de un pájaro. Tal fue la perfección de este canto que a Virila le pareció haber pasado un instante cuando en realidad transcurrieron 300 años.
Esta bonita historia recoge la filosofía que queremos aplicar a nuestra red de “hoteles de encanto”, hoteles que nosotros denominamos “de ensueño”. Esperamos que durante su estancia, si no la alcanza, por lo menos se acerque a la placidez que halló San Virila en el bosque.