Una larga trayectoria repleta de historias, celebraciones y sobre todo personas, cuentan por si solas nuestra historia. Hace más de 70 años ,en un pequeño local, con una carta sencilla pero novedosa y una apuesta para que todo aquel pueda degustar el sabor junto con la calidez del ambiente.
Durante todos estos años, nos hemos mantenido fieles a nuestros valores: ambiente cálido y acogedor, un trato exquisito y la selección de las mejores materias primas para la elaboración de una cocina tradicional con toques muy personales y actuales.
“Un día sin comer bien, es un día perdido” es la base primordial de nuestro restaurante. Trabajamos duro para conseguir conectar la armonía con el “buen comer”, porque en cada degustación se aprecia el sabor de la felicidad de nuestros comensales.