SADAr.onl

Hay gran diferencia entre ignorar la existencia del Camino, conocer el Camino y andar el Camino. Si has llegado hasta aquí es porque no ignoras su existencia. En algún momento te has puesto en marcha y has empezado a conocerlo, a conocer el proceso que desemboca en el bienestar pleno, la felicidad genuina, la autorrealización… Pero si llevas mucho tiempo buscando, peregrinando de curso en curso, de conferencia en conferencia habrás observado que llega un momento en que se vuelve improductivo, estéril y parece que no avanzas. Es, quizás, el momento de experimentar SADAr.

SADAr es un programa de formación dividido en módulos que sitúa en el centro del aprendizaje al participante. El orientador le acompaña en su tránsito hasta que el participante y/o orientador consideran que puede continuar por sí mismo. No son talleres, cursos o charlas puntuales que obligan al buscador a tener que integrar toda una serie de conocimientos fragmentados y dispersos por su cuenta. Hay un importante marco de referencia apoyando la formación que poco a poco se va desvelando, que va emergiendo cuando el participante está maduro para recibirla.

El objetivo es ayudar a mejorar y optimizar el nivel de bienestar de las personas con independencia de su nivel de ingresos o de otras circunstancias. Por ello se ofrecen soluciones personalizadas a precios asequibles para que nadie que lo desee se quede sin plaza por esta circunstancia. La cuota mensual debe verse no solo como el pago por recibir una formación, sino, más bien, como una colaboración económica que persigue: una investigación que asegure científicamente que SADAr es eficaz en sus objetivos y eficiente en su método así como la exposición del participante a susodicha formación para mejorar en el plano personal, para fortalecer la red de apoyo social y, en última instancia, para ayudar a transformar el mundo asumiendo un compromiso de cambio con dedicación y responsabilidad.

SADAr, por tanto, somos todos. Una comunidad y no un servicio que se te presta durante un periodo en tu vida. Es difícil ver una comunidad donde hay una cuota mensual, pero es lo paradójico de estos tiempos modernos: lo gratuito ve infravalorada su utilidad y lo que tiene precio se convierte en un transacción. Espero que la cuota sea más un catalizador de comunidad que una inversión de negocio. Cuanto más crezca SADAr, más oportunidades de crecimiento brindará al participante. Y SADAr crece si los orientadores crecen... porque ningún orientador puede llevar más lejos a los orientados que donde él mismo está.