La comida libanesa es exótica y rica en especias, al mismo tiempo simple y muy saludable.
Los vegetales abundan en su cocina, como por ejemplo las empanadas de espinacas, hojas de parra rellenas de arroz con carne, berenjenas rellenas. No es de extrañar que los vegetarianos tengan entre sus lugares preferidos, los restaurantes libaneses.
El plano y redondeado pan libanés acompaña cada comida. Es delicioso para pringar en las cremas de garbanzos o usados para liar en ellos ensaladas o kebabs. Granos de trigo abiertos al vapor son un ingrediente muy común y empleado en platos tan típicos como taboule, falafel y kebbe.
Nutricionalmente, la comida libanesa es muy recomendada al poseer un alto contenido en fibras y carbohidratos, y bajo contenido de colesterol y azúcar; excepto si te hartas de los deliciosos dulces de miel bakalawa.