El Hotel posee una arquitectura singular con estilo de las Casonas Cantabria y construida en piedra otros materiales tradicionales, con un amplio jardín, con espacios para el descanso y el juego y una piscina dónde disfrutar de los veranos, en un paraje tranquilo y muy cerca de los acantilados de Solpico y los montes de Candina al lado del mar.
Tan sólo tenemos 8 habitaciones, para disfrutarlas en pareja o en familias de hasta 4 personas.