Panadería fundada en los años 60 de la que la familia Camacho se hizo cargo en los 80, remodelando y actualizando todas sus instalaciones aunque manteniendo la tradición artesana y familiar. Utilizamos recetas de nuestros abuelos, elaborando los productos con cariño y dedicación. Nuestro lema es: ''Si no es bueno para mí, no es bueno para ofrecerlo''.