Inaugurado el 23 de mayo de 1983, el Museo Diocesano de Cuenca se abrió con el fin de compartir una de las colecciones de Arte Sacro más bellas y mejor expuestas del panorama nacional. Una cuarta parte de los fondos del Museo son propiedad de la Catedral, que generosamente puso a disposición lo más preciado. El resto es propiedad de las Parroquias de la Diócesis o del Palacio Episcopal.