Rumba, rock, reggae, ska, flamenco, etc…me cuesta tanto definir la música que hago, las notas salen a través mío sin pedir permiso. Fluyen sin ataduras.
La música alimenta el alma. Desde mis primeros conciertos y mi primer disco, he ido evolucionando, aprendiendo, agradeciéndole a la vida las enseñanzas.
Los diferentes músicos que me han acompañado durante todo este trayecto, me empaparon de su música y su personalidad.
Cantidad de músicos de gran calidad y diversidad. Esa variedad de estilos ha enriquecido mi trabajo.
Siempre viajo con las puertas abiertas y los bolsillos vacíos para llenarlos con nuevas influencias.
En mi último disco la influencia andina, la cumbia, el tango y toda Sudamérica, se hacen notar.
Lo mejor es que lo disfrutéis.