Marian Heles

Me hice artesana en Argentina, cuando empecé a tejer mis primeros Ojos de Dios, o mandalas tejidos, allá por el 2012. Me enseñó Wayra, una chica colombiana que conocí en Capilla del Monte. Y desde entonces con más o menos intensidad, no he parado de tejer mandalas de 4 palitos y de 6 palos, los más grandes y laboriosos.
Desde el verano de 2015 estoy viviendo en Punta Umbría, de nuevo, en calle Ancha, nº 5 tengo mi casa-taller-tienda. Abrí las puertas del taller para mostrar y tratar de vender algunas de mis artesanías.
Comencé a pintar conchas y piedras en marzo de 2015, con tanto entusiasmo como con los mandalas. Las tardes del verano 2015 las dedique a pintar y tuve la tienda abierta de 7 de la tarde a 11 ó 12 de la noche.
Mis artesanías atraen a un cierto público muy selecto, las reacciones de las personas a "mis cosas" es muy variada. La gente que se siente atraída suele mirar mucho, gustar mucho y tomar su tiempo para elegir una simple conchita con su correspondiente leyenda por la parte de detrás, que suele cobrar una gran importancia al final.
Mis mayores fans han sido los niños, y casi más las niñas.
También empecé a dar talleres de Ojos de Dios en el verano y continúo durante el invierno en días que se van concretando, también en Sevilla.
Estoy abierta a mostrar la técnica de los Ojos de Dios, porque sé por experiencia que son una experiencia artística muy gratificante así como una auténtica terapia para el bienestar personal en estos tiempos que corren de mucho ruido, prisas y ..desubicación digo, por decir algo del mundo en que vamos transitando.