La ciudad palatina de Medina Azahara (Ciudad Brillante en árabe) de Córdoba, fue mandada a construir por el primer Califa omeya, Abd al-Rahman III, en el primer tercio del siglo X. Situada a unos 8 kilómetros de Córdoba, fue erigida como símbolo del poder del Califa frente a sus enemigos, residiendo el propio gobierno en sus dependencias.
El yacimiento se completa con un riguroso Centro de Interpretación.