La Villana fue en su tiempo una cuadra para el ganado local, hoy reconstruida con mucho esfuerzo, dedicación y cariño, en una agradable y acogedora casita en medio del Parque Natural de Guadarrama. Tanto su ubicación como su construcción, ofrecen un espacio idóneo para el retiro, la conexión con la naturaleza, el intercambio de conocimientos y la mera pero no menos valorada interacción social con familiares, amigos y desconocidos.