Aunque hay gente más golosa que otra, a nadie le amarga un dulce de vez en cuando. Pan artesanal, pasteles, bombones, vinos, cervezas, tartas, productos de la Alpujarra, ultramarinos... las posibilidades son casi infinitas, y más en manos expertas, algo que podemos comprobar fácilmente con solo visitar ¨La tienda de la Rosario¨ un negocio familiar retomado tras 30 años. La familia Sousa Sanchez renueva aquel antiguo proyecto adaptándose a las necesidades actuales ofreciendo un servicio de calidad con unos precios irresistibles.