La Parroquia es un lugar donde se puede comer, beber y disfrutar.
Pretendo hacer de este pequeño local, un lugar donde los parroquianos se sientan a gusto, ofreciendo una relación precio calidad, razonable, y consiguiendo que el cliente no tenga siempre la razón, pero si la total libertad para expresar su opinión con el fin de poder mejorar día a día.
No es fácil contentar a todo el mundo, pero para eso existe la autoselección, no buscamos clientes, queremos parroquianos, habituales o puntuales, pero que al entrar en nuestro pequeño local se encuentren bien y salgan reconfortados.
Nos encanta la libertad, de pensamiento, lengua, religión... tan solo imponemos algo que es innegociable, el respeto.
Os esperamos, estaremos encantados de acogeros y que podáis relajaros, comiendo, bebiendo y sobre todo disfrutando.