En 1930, un emprendedor santoñés estableció aquí La Mutua Montañesa para proteger a los trabajadores del sector pesquero y conservero en caso de accidente o enfermedad.
Ochenta años después, abrimos de nuevo las puertas de este local manteniendo el nombre por su vinculación con el alma marinera de nuestro pueblo y como homenaje y tradición de Santoña.
Resulta imposible encerrar en cien metros cuadrados todo lo que Santoña significa para los santoñeses y ofrece a quienes nos visitan, pero hemos querido captar la esencia de nuestro pueblo para mostrarla en la mutua. Una tienda-bar donde podrás disfrutar de lo mejor de nuestra historia, gastronomía y forma de vida ligada al mar.