La colmena de Sofía

Tras más de cinco generaciones, de hasta donde tenemos constancia, desarrollando con esmerado cariño la producción de nuestra miel, toca inculcar a la generación más joven, nuestra pequeña Sofía, esta actividad que tiende a desaparecer en el Parque Natural de Ancares, debido al envejecimiento de la población y consecuentemente al alto grado de despoblación.

Precisamente este factor y el desarrollo de la actividad cotidiana, durante cientos de años según las costumbres de antaño han favorecido la conservación de este medio natural único, en su estado más salvaje y puro.

Fruto de estos factores tenemos que agradecer que a fecha de hoy nuestro espacio de vida y trabajo esté reconocido y forme parte de la Red Ecológica de Áreas de Biodiversidad en el conjunto de la Unión Europea.

Por ello y con los firmes valores de transmitir salud, compartir naturaleza y forjar un pequeño futuro para nuestra jovencísima Sofía, no hemos hecho más que empezar por ponerle una marca a nuestro trabajo del día a día para poder compartir con miles de hogares todas las propiedades de un producto de incalculable Valor y Calidad Suprema.

Así nace “la colmena de Sofía” durante el año económicamente más crítico que se recordará en este centenario. Un colmenar que se ha transmitido de padres a hijos durante muchísimos años y al que hemos querido identificar de forma entrañable y cariñosa con la probablemente única heredera de la tradición apícola “da casa do Rubio de Murias”.

Esta es nuestra larga historia de corto recorrido en la que no queremos dejar de agradecer a todos nuestros primeros clientes la confianza más absoluta depositada en nuestra miel, apoyada en el retorno tan inesperado como sorprendente de felicitaciones, muestras de cariño y nuevas relaciones de amistad.

Un proyecto artesanal que nace del corazón para el mundo.