Ponemos a tu disposición un edificio de más de 400 años, fundado por san Juan de la Cruz, totalmente restaurado, en un lugar tranquilo y apacible en el centro de la ciudad. Podrás disfrutar de una estancia entrañable y confortable, en un ambiente de paz, con un absoluto respeto por las creencias personales y la vivencia religiosa de cada huésped. Se garantizan días inolvidables de descanso, sencillez y cierta austeridad.