En una sociedad donde la cultura se ha quedado por el camino y el arte ha pasado a ser solo objeto de inversión, este proyecto de largo recorrido propone, de una forma u otra -dependiendo de los artistas que participan en cada momento-, una alternativa al consumo dirigido: arte a precio para no pensárselo, un souvenir mágico, que acabará con Ikea.
¿Te atreves a comprobar su efecto?