De aprender a desarrollar los potenciales internos, los valores del alma no religiosa.
Transformar emociones negativas, que nos causan sufrimiento (estrés, ansiedad, depresión...), en virtudes que dan bienestar personal y social. Desarrollando el potencial del alma en nuestra vida cotidiana occidental. Aprender a practicar, en la vida diaria, la esencia de la meditación oriental con las psicologías actuales y la neurociencia.
Aplicable a todo ser humano sin distinción de raza, condición social o credo.