"Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabaches de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro"
"Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a los demás que he llegado a creer que sueña mis propios sueños"
Platero y Yo de Juan Ramón Jiménez