Puesto que la rica naturaleza de Jaén está jalonada de historia, sería un error no aprovecharlas para generar riqueza.
En el embalse del Tranco la naturaleza es más perceptible que la historia, pero bajo el embalse se guarece la segunda, que emerge en forma de castillo, ermita o antiguas termas romanas para asombro de visitantes. La capacidad de asombrar es precisamente la base de nuestro proyecto.
Una gastronomía típica, la navegación en barco solar, los trayectos en canoa o en barca a remo, la utilización de una tirolina de 140 metros o senderos interpretados en un entorno idílico son actividades diseñadas para convertir al turista ocasional en fijo.