El rincón de Elena

EL RINCÓN DE ELENA, UN REFUGIO EN EL CORAZÓN DE CASTILLA

Equidistante entre dos iglesias románicas, la de San Miguel, del siglo XI, y Nuestra Señora del Rivero, del XII, se alza la casa rural El rincón de Elena, acogida a las faldas del castillo medieval de San Esteban de Gormaz, entre las bodegas familiares que guardaron el vino de antaño en la Castilla de los chopos y los adobes. El rincón de Elena, entre atardeceres increíbles, es un lugar de sosiego, donde hacerle un quiebro al trepidante mundo de hoy.

Situada en un entorno en el que se ha detenido la historia de la España medieval, con la fortaleza de San Esteban de Gormaz al fondo y el Duero, que la ciñe y fecunda sus viñas, la villa de San Esteban tiene vestigios romanos en las fachadas de sus casas, en unas calles estrechas que, en los años de la Reconquista, pasaron de cristianos a moros y de moros a cristianos.

En el noroeste de las construcciones que forman el pueblo, y transformada recientemente de austero hogar rural en acogedora y confortable estancia, El rincón de Elena quiere ser además -para el viajero inteligente y con curiosidad- cuartel general, punto de partida y centro estratégico de una serie de excursiones que serán reveladoras de una visión más cercana y auténtica, especialmente identificada con el ser de la España profunda, poderosa en su humildad y tradicional: Castilla.


LA CASA

El rincón de Elena es una típica casa castellana, reconstruida sobre una antigua vivienda, adaptada a las exigencias del confort sin perder el encanto de las tradiciones.

Tiene seis amplias y luminosas habitaciones, todas ellas exteriores, terminadas en madera maciza, confortablemente equipadas y con cuartos de baño propios;

- Dos de ellas tienen vistas a la Iglesia del Rivero, por encontrarse la casa a los pies de este magnífico templo;
- Otra habitación; accesible a minusválidos y personas con movilidad reducida; tiene su fachada, con balcón de forja, a la Calle Mayor;
- Tres habitaciones más son encantadoras y cálidas buhardillas.

Sobre las antiguas dependencias de la casa se ha reconstruida un enorme salón, de 50 m2 de superficie y una altura de 5 metros, presidido por una gran chimenea. Aquí se conserva una vieja viga de lagar, antaño utilizada en la elaboración del vino.

Esta casa rural tiene también una amplia cocina de madera, modernamente equipada. Junto a ella, un espacioso comedor permite disfrutar de unos apetecibles desayunos.

En El rincón de Elena, el viajero puede leer, conversar a la lumbre de la chimenea, disfrutar de una velada tranquila en un ambiente recogido o, incluso, ver la televisión.