El Mago De Boj

Hace mucho mucho tiempo, bueno hace unos 38 años, que todos los domingos la Familia al completo íbamos al rio a pasar el día. Yo tendría unos 4 años y nada más bajar del coche ya tenía un palo más grande que yo entre las manos. Ya se veía por donde andaría mi camino. Luego, fui creciendo y ya no me bastaba con llevar un palo entre las manos..... Árbol que veía, árbol que trepaba. Esto aún me sigue pasando. Un día se juntaron en mi mano un palo y una navaja y ahí comenzó todo. A base de cortarme, fui aprendiendo autónomamente, y descubriendo cómo hay que seguir la beta y la fibra de la madera. No se puede acariciar un perro del rabo a la cabeza. Fui creciendo e interesándome por libros, consejos de abueletes y demás cosas vinculadas con el tema de la madera. Empecé a tallar huesos de animales que encontraba por el campo. Cuando lo hacía recordaba a los Hombres Primitivos que ellos respiraban ese olor tan característico cuando tallas el hueso. Luego la naturaleza, me echaba una mano creando palos retorcidos, con nudos abultados, en los cuales ya se veían caras humanas, de duendes, animales y demás bichejos que yo solo tenía que quitar la madera sobrante o perfilar un poco. Con el tiempo fui comprando más herramientas y haciendo cosas más elaboradas. Un día me propusieron hacer un curso y al principio me pareció una burrada, pero al final me atreví y no fue nada mal, al año siguiente hicimos otro curso. Ahora tengo un pequeño taller en casa con una sierra de cinta para sacar de los troncos las tablas y tarugos para la talla.
La verdad……es el trabajo con el cual más disfruto y que me gustaría vivir solo de él aunque de momento no es así.