Tiendas familiares, atemporales, abarrotadas, de sabor antiguo, muchas veces descuidadas en los estético pero con su orden ancestral, pasado de padre a hijo, donde los productos se actualizan pero no ocupan el mismo hueco que los productos de hace medio siglo a pesar de las teorías de los lineales, del packaging, el color o las presiones comerciales...
El Colmao del Barry, donde lo nuevo y lo antiguo se dan la mano