El Balcó de Miravet

Somos Joaquín y Aurelio y esta es nuestra singular casa rural.

La hospitalidad forma parte de nuestra filosofía, especialmente con aquellos con sensibilidad por el paisaje, el arte y la naturaleza.

La casa se encuentra orientada al sol en un enclave privilegiado a los pies del castillo templario de Miravet, dominando el magnífico paisaje del río Ebro y las montañas circundantes.

Somos conscientes de que es un lugar especial, un pequeño paraiso (afortunadamente aún virgen) y por eso la compartimos.

Solemos decir que lo que más nos gusta de nuestra casa, a parte del sitio y nuestros gatos, es con quién la compartimos. No hay nada más agradable que compartir aquello que te hace feliz.

Salir al balcón de la habitación o al jardín y contemplar el paisaje de la Ribera d'Ebre invita al silencio y a disfrutar de la calma y el reposo acompañados por el canto de los pájaros y el murmullo del río.

Las noches son claras y esteladas y los días de luna llena el reflejo plateado sobre el río es todo un espectáculo.

Un baño en la alberca con la música adecuada y una copa de vino a quién no le apetece?

Por eso hemos dispuesto la mejor habitación, la Sixtina, totalmente equipada junto al baño, un estudio, terraza y salida al jardín, todo en una planta que ofrece total privacidad.

La cama es doble, cómoda y espaciosa (una king-size del mejor látex) y en la cabecera se acomodan dos ignudis de la capilla Sixtina, obra de Miguel Ángel, pintados por Joaquín.

El desayuno está incluido y servimos productos saludables de cultivo biológico o ecológico, evitando la leche animal y los azúcares refinados. Nada como un buen chocolate a la taza con leche de almendra, un buen zumo natural, pan de muesli con miel, queso o mermelada, te, café, melón, plátano, etc y unos frutos secos o higos cosecha propia.

Los espacios comunes son el salón con chimenea de leña, la cocina, el jardín con una pequeña alberca apta para el baño, terrazas, solarium y todo discreto.

Disponemos de taller de pintura, fotografía y un piano a vuestra disposición (nos sorprende la gran cantidad de huéspedes que nos escogen por el hecho de tener piano afinado en casa).

Además el vecindario es muy tranquilo, sin tráfico, ni perros, ni niños.

Nada más salir de casa hay varios caminos para pasear por la montaña o la orilla del río (GR99), observar las aves, subir al castillo templario o visitar el casco antiguo y su iglesia…

Y en los alrededores encontraréis una amplia oferta de patrimonio y recursos, entre ellos la posibilidad de bajar en piragua por el río Ebro o hacer la Vía Verde en bici, descubrir el valle de Cardó, las cuevas maravillas, la catedral del vino, trincheras, museos, monumentos, bodegas, vinos, aceites, fruta dulce, la clotxa...

Miravet os va a enamorar!
Por eso os invitamos a formar parte de este lugar.

Bienvenidos a casa!