Hacemos todo lo necesario para cumplir un sueño con el que, como cualquier madre, fantaseábamos en casa: un lugar donde nuestros niños puedan conversar y practicar los idiomas que aprenden en el colegio –inglés y francés inicialmente- mientras se divierten.
Y también, todo aquello que, como adultos, echamos a menudo de menos: actividades que nos permitan disfrutar de un espacio donde compartir intereses, gustos e inquietudes personales, ciudadanas o vecinales.
Y, además, todo aquello que, como hijos, nos inquieta: la atención a nuestros mayores, ayudándoles a desenvolverse con las nuevas tecnologías o a guardar las fotos de sus nietos