La historia de Doña Juana comienza en la conocida Calle Ancha de Utrera a finales de los 90, donde el médico José Pérez Cela, más conocido como Pepe Cela, decidió abrir un establecimiento donde se realizaron durante años encuentros gastronómicos. Allà la principal finalidad era entablar tertulias entre vinos y platos, hasta que por desgracia cesaron los encuentros por el fallecimiento de Cela el 14 de junio de 2004.
Fruto de los encuentros de una de las principales tertulias, "La Cuchara de Palo", se elaboraron algunas tapas peculiares que hoy en dÃa continúan en la carta de Doña Juana, realizadas en su gran mayorÃa por el cocinero Jose Antonio Prior, también cuñado de Pepe Cela.
Tres años más tarde, en diciembre de 2007, uno de los contertulios, que además se dedicaba a la hostelerÃa, Mario Ojeda, se animó a inaugurar una bodeguita con similar filosofÃa: una inquieta carta de vinos, conservas artesanales y recetas de José Antonio Prior, bautizando al establecimiento Doña Juana, como homenaje a su amigo Pepe Cela.
El lugar escogido para su apertura fue entonces en la Plaza Enrique de la Cuadra, en la pequeña planta baja de un singular edificio, la tercera de tres casas gemelas que el ganadero don Benito de Ulloa y Sanabria en el siglo XVIII,en vez de reconstruir un caserón de grandes dimensiones, se le ocurrió levantar tres casa iguales en esa antigua plaza principal, llamada anteriormente Plaza del bacalao, corazón de la ciudad. Ello fue la causa de la aparición de tres bellas casas, de arquitectura tÃpicamente dieciochesca, adelantándose en más de un siglo a lo que se ha dado a llamar "casas adosadas".
En el año 2013 el negocio se traslada a una nueva ubicación, esta vez a una antigua casa en la avenida MarÃa Auxiliadora, arteria principal de la ciudad más conocida como La Vereda. La amplia casa fue construida en 1946 para un pariente de la familia De la Serna, propietarios de una de las empresas más reconocidas de Utrera, la desaparecida Agroaceitunera.
La casa se caracteriza por sus sólidos muros construidos con piedras de una cantera, propiedad también de la familia. Se aprecian en la sólida construcción zócalos trianeros de Mensaque RodrÃguez y suelos hidráulicos combinados con las resistentes losetas de cerámica Nolla de Valencia.La casa también dispone de un patio trasero donde en este nuevo Doña Juana suelen realizar actividades como catas de vino o música en directo.
Como curiosidad de la época en que se levantó la casa se encargó en la construcción un sótano-bunker, ya que el propietario padeció la Guerra Civil , además de que la obra le coincidió con la Segunda Guerra Mundial. Hoy en dÃa el bunker se utiliza como almacén y se encuentra justo debajo de la actual cocina.