Cortijo El Alamillo

n Cortijo El Alamillo crearán vuestros sueños para haceros vivir una experiencia inolvidable en un día tan feliz. Un personal con amplia experiencia en la organización de eventos y unas instalaciones perfectamente habilitadas para cualquier celebración serán las claves para conseguir una boda como la habíais imaginado.

Espacios y capacidades

La infraestructura del cortijo está dotada de diferentes ambientes para cada momento de la fiesta:

Patio andaluz para la copa inicial decorado con mobiliario rústico y medias botas de vino
Salón Alamillo: con capacidad para 400 invitados, está dotado de un aire clásico y elegante. Cuenta con grandes ventanales y una estructura diáfana que le aporta luminosidad y amplitud
Salón La Bodega: con capacidad para 300 invitados, en este salón se fusionan diferentes estilos. Los arcos y vigas de madera le proporcionan un clima cálido y rústico. Un espacio, sin duda, acogedor y confortable
Aparcamiento con un aforo máximo para 300 vehículos
Plaza de toros para celebración de capeas y espectáculos ecuestres
Servicios que ofrece

Cortijo El Alamillo ofrece la posibilidad de realizar dos eventos independientes de forma simultánea garantizando vuestra total privacidad. Sus instalaciones están provistas de climatización y música ambiental.

Gastronomía

Las sugerencias en restauración destacan por la variedad de platos andaluces e internacionales de calidad. Tanto el jefe de sala, que avala una dilatada experiencia, como su equipo de camareros controlarán todos los aspectos para garantizaros una velada de ensueño.

Otros servicios

En este cortijo se realizan otras celebraciones:

Comuniones
Fiestas civiles
Congresos
Conferencias
Homenajes
Ruedas de prensa
Desfiles de moda
Otros
Historia

En el mes de abril del año 1768 se creó la antigua contaduría y fue el 3 de setiembre de 1844 cuando se registraron como fincas independientes. Una de ellas pertenecía a un Convento de Religiosas de Córdoba y pasó a ser propiedad del Estado a causa de las leyes de desamortización.

Unos años más tarde se vendieron al Excmo. Sr. D. Alfonso Diserna de Portugal y el 26 de Junio de 1852 pasaron a manos del Excmo. Sr. D. Isidoro Alfonso de Portugal Guzmán Fernández de Córdoba Grande de España.