Cortijo de familia, arraigada al lugar desde sus orígenes, vivieron en forma natural como parte del paisaje.
En tiempos de cambios sus ocupantes debieron emigrar dejando tras ellos su historia, sus sueños, sus momentos felices, como sus sinsabores.
Hoy, remodelado prácticamente desde sus cimientos, se alza digno de haber sido reconocido como un espacio habitacional generado por el lugar donde se puede encontrar el equilibrio propio en sus medidas vernáculas.