Cofradia del Santísimo Cristo Crucificado - Valenzuela

La Cofradía del Santísimo Cristo Crucificado aparece en la Semana Santa Vinagorra alrededor de 1993, cuando a petición popular surge la idea de procesionar y formar hermandad en nombre del Cristo Crucificado, la hermandad comienza a procesionar y empieza a funcionar animada y coordinada por el entonces Párroco de nuestro pueblo D.Miguel Varona, poco a poco se fue formando la Cofradia hasta lo que ha llegado a ser el día de hoy, han sido muchos esfuerzos los que se han realizado para conseguir este sueño, poco a poco la Cofradía ha ido adquiriendo todos sus enseres y todo lo necesario para la hermandad, en 2009 la Cofradía adquiere el paso a bracera que hoy en día es portado, el paso es tallado y elaborado por D.Pedro Rivas.

A día de hoy la hermandad sigue siendo una hermandad joven y con ganas de trabajar por la hermandad y por Valenzuela.
Desde 2014 llevamos organizando una recaudación de alimentos la cual va destinada a Cáritas parroquial para los más necesitados de nuestro pueblo.
Este año pasado la junta de gobierno conjuntamente con el sacerdote y los demás hermanos decidió ejecutar la restauración de la hermandad, la cual ha sido efectuada por D. José Luis Ojeda en el pueblo vecino de Andújar, cuando comenzamos la restauración solo teníamos en mente reparar imperfecciones de la imagen y poco más, pero al estudiarlo y analizarlo nos dimos cuenta de que la imagen poseía una policromia original la cual era de mayor calidad y presentaba más naturalidad, por lo cual se decidió descubrir esa policromia y que la imagen volviera a su estado original y primitivo. La Cofradía actualmente posee de 113 hermanos. El hábito de la hermandad es una túnica de coloro Rojo, y un capirote blanco, como fajín la hermandad lleva una soga de esparto la cual hace más peculiar nuestro hábito. De cara a la Semana Santa 2016 la cual está a la vuelta de la esquina la Cofradía la afronta con Ilusión, Alegría, y Fé en nuestro señor Jesucristo el cual venció a la muerte y al pecado para nuestra redención.