El Nazareno abre sus puertas en 1.950 y desde entonces ha sido un referente en la fabricación artesanal de velas. En la actualidad, los herederos de su fundador, Antonio García Pinto, combinan la elaboración tradicional con la innovación en los procesos y materiales, unión de la que resulta un producto de prestigio muy reconocido en el ámbito cofrade.