Este edificio catalogado, construido en 1932, conserva gran parte de su encanto histórico. Cuenta con más de 3.500 m² de zonas comunes, jardines y terrazas.
Las habitaciones del Hotel Castillo de Santa Catalina ofrecen una TV de plasma, baños con azulejos o de mármol, conexión Wi-Fi gratis y presentan una decoración única. El hotel ofrece vistas espectaculares a la bahía de Málaga.