Retomando el diseño innovador del estudio de arquitectura A-CERO, se recupera una vinoteca-restaurante con el principal objetivo de fusionar distintos tipos de cocina para adaptarse a los gustos del público en general, basándose en una amplia carta de vinos, una presentación exquisita y un servicio personalizado.
Además de la carta el local trabaja todos los días con un menú elaborado y una serie de sugerencias por recomendación del Chef.