Carburantes Clavero

Los hermanos Clavero Marín, socios fundadores de Carburantes Clavero, llegaron a Vélez-Málaga allá por el año 1955, ayudados por la mano-motor del añorado e incombustible Leyland y con la ilusión empresarial que le daba la buena ubicación de la capital de la Axarquía. Atrás quedaban los recuerdos de la niñez de José, Manuel y Antonio en los que ayudaban en la panadería de sus padres.
Primeramente, ya en Vélez, se dedican a la compraventa de frutos secos en un pequeño almacén de la calle Reñidero, que así se le conocía por la pelea de gallos que se gestaban. Ellos, por este contagio, ya entrevieron que su lucha iba a ser otra. Así, es en el recordado almacén de la calle Juan Barranquero donde despliegan su andadura comercial con la puesta en marcha de la partidora de almendras, aderezadas por la labor de pasas y verduras, recorriendo así toda España con sus camiones.
Pero, a mediados de los 70, el riesgo empresarial les lleva a dejar el sacrificado mundo de la verdura y compran unos terrenos de Huertas Bajas para implantar la primera gasolinera, de nombre San Sebastián, en honor al patrón de Vélez-Málaga y Benamargosa, y con esto bendecían dos santos, los mismos pero no iguales, de un sano tiro.
A principios de los 80, movidos por el buen funcionamiento de dicha estación de servicio, adquieren la gasolinera “Los Remedios” en el barrio veleño que, según los hermanos Clavero, “ya venía con el nombre de la patrona puesto, lo que significó un plus de suerte en esta nueva singladura”.
En el año 84, debido a que poseían toda la maquinaria y conocimiento del negocio, vuelven al mundo de las almendras algo más que por navidad, como asegura el afamado anuncio; ponen la nave de la sociedad Forclamar frente al Santo Chiquito. Y se hacen también de otras tierras para producir subtropicales al percatarse del buen clima de la Axarquía para que pegue este fruto.
Hay que dar un salto cronológico al 2006. La liberalización de las estaciones de servicio les conduce a abrir la tercera gasolinera, “La Inmaculada”, en el Camino de Remanentes, que debe su nombre a la patrona de Cabrillas, con una situación estratégica y gran amplitud de sus instalaciones.
Carburantes Clavero, siempre abanderada por Repsol, se ha distinguido por ser una empresa familiar en el accionariado, pero también en el trato con sus clientes. No en vano, una gran prueba de ello radica en que se sigue sirviendo gasolina por parte de sus 20 empleados, es decir, son atendidas fuera y dentro de sus tiendas. Son también pioneros en su gremio con sus promociones, como el sorteo de coches y la activación de una tarjeta de fidelización. Últimamente, han cambiado la impersonalidad y estrés de las estaciones de servicio con la iniciativa pionera en España de “Vinilos del Vélez con Historia”, donde los clientes tienen una experiencia única cada vez que repostan al sumergirse en lugares y personajes veleños que, a pesar del paso del tiempo, permanecen en la memoria.
Actualmente, la sociedad está formada por los hijos de José Clavero Marín: Francisco, José Antonio, Miguel y Manuel; el hijo de Manuel Clavero Marín, también de nombre Manuel; y los hijos de Antonio Clavero Marín: Mª Ángeles, Antonio Miguel y Mariló.