Entendemos la Discapacidad como un punto de inflexión entre lo que se puede y se debe hacer y entre lo que realmente se hace con los medios disponibles.
Nos fijamos en los usuarios, en lo que dicen y como interactúan, y ése es un índice a modo de referencia de cómo conducir y activar sus desarrollos. De ahí que resulte engañoso que los técnicos-monitores marquemos los modelos, pues su chispa y creatividad crean la verdadera base de actuaciones.
Ellos pues, y sin atisbo de querer idealizar, son elementos de inspiración en sí mismos.
El mundo de la Discapacidad necesita la implicación de estamentos e instituciones y de una sociedad cada vez más sensibilizada con la causa, que aún siendo de carácter humanitario, debe dejar de depender de aportaciones con más color caritativo que oficial.
Y además, nos afecta al resto por activa o por pasiva.
Los chicos, los usuarios, no podemos olvidar que cuentan con nosotros en sus planes de futuro y por tanto ése es un VALOR que nos obliga a mucho, y por ende, nos mejora a TODOS. “