Imagina una playa a diez minutos del centro de la ciudad. Una casita antigua con una amplia terraza y un acogedor patio interior. Imagina un aperitivo con música, una comida entre amigos o una cena a la luz de las estrellas.
Para todos los amantes de los buenos momentos, los que pensáis que hay que disfrutar cada minuto, los que tenéis mil motivos para celebrar una comida en buena compañía, tenemos un sitio más que único. Y tenemos muchas ganas de compartirlo con vosotros.