La Pajarita abrió su primera tienda en plena Puerta del Sol allá por el año 1852.
Su fundador Vicente Hijós Palacio y su mujer Lorenza Aznárez Pérez decidieron ponerle el nombre de la figurita que un conocido suyo, el escritor Miguel de Unamuno, gran aficionado a la papiroflexia, había hecho con un papel mientras hablaban.
Sin saber que más de 150 años después esta Pajarita seguiría volando y haciendo disfrutar a sus clientes de sus clásicos sabores, que han llegado a convertirse en los clásicos y universales caramelos de la Pajarita.
A finales de los años 60 se abrió la nueva sucursal de la calle Villanueva 14, actual y único emplazamiento del establecimiento. Sus productos conservan el mismo sabor que probaron abuelos y padres, manteniendo la misma elaboración artesanal que antaño.