Nuestros vinos son el fruto de un auténtico crisol vitivinícola proveniente de tres herencias que, como tres varietales, hoy confluyen: la inquietud de un grupo de profesionales enamorados del vino, los ecos de la antigua Bodega Cooperativa de Barásoain-Garínoain y la tradición más que centenaria de la familia Pascual, transmitida de generación en generación.
Vocación artesanal, series cortas y alta expresión.