Son tres apartamentos en vertical ubicados en una casa rural de piedra con más de 300 años de antigüedad, que ha sido restaurada de acuerdo a la arquitectura tradicional de la zona, dejando los muros de piedra vista y usando maderas de castaño y roble -árboles autóctonos por antonomasia-, conservando respetuosamente todo su carácter, conjugado con las exigencias y comodidades de la vida actual.
Los muebles antiguos han sido restaurados por su propietaria.
Todos ellos disponen de cocina totalmente equipada y baño completo , además de TV, reproductor de DivX, plancha, secador de pelo y pequeños electrodomésticos.
Los servicios comunes incluyen aparcamiento, parrilla, terraza amueblada y finca de 2.000 metros cuadrados.