Contribuir, desde un compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual y del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadana de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.
Entendemos la discapacidad intelectual como algo dinámico, no inmutable. De los apoyos que el entorno ofrezca a las personas con
discapacidad intelectual dependerá el que éstas puedan llevar una vida en igualdad de oportunidades con el resto de las personas.