Los pueblos tienen algo que permanece
en medio de las vicisitudes y variantes en
lo maternal, ese algo es su alma; por eso,
un pueblo sin tradición es un pueblo sin alma,
y un pueblo sin alma es un cadáver.Si Gilet
no conservara cuidadosamente con todo piedad
la herencia moral de lo pasado, pobre o rica,
grande o pequeña, no podría producir un pensamiento
noble ni una idea honradamente grande.