A principios del S. XX fue comprado por D. Rafael González Abreu, fundando el Instituto Hispano Cubano de Historia de América y convirtiendo el convento en su sede y en la sede de la Fundación González Abreu, creada por él para financial al Instituto.
Actualmente, el edificio sigue perteneciendo al Instituto Hispano Cubano cuya sede se encuentra en la planta superior, y la planta baja está destinada al Museo de Carruajes, sede del Real Club de Enganches de Andalucía.