Todo comenzó hace más de cincuenta años, vivíamos en Gijon. Mi madre se puso mala y los médicos recomendaron a mi padre montar un negocio para ayudarla con su enfermedad. Tras mucho pensarlo se decidió que el negocio debía ser una tintorería, para ello estuvo aprendiendo en una tintorería de Gijon llamada Everest, que actualmente continua en funcionamiento. Pasó el tiempo y nos vinimos a Santander y mis padres decidieron crear Liana.
Fueron pasando los años y aquí seguimos, más de cincuenta años después, con la misma ilusión y las mismas ganas que mis padres pusieron el día que decidieron abrir al publico.
Como muchos de vosotros sabéis somos especialista en limpieza en seco, limpiamos todo tipo de tejidos además de piel, pelo y ante.
No solo estamos en Santander, también tenemos tintoreria en Astillero, y trabajamos con tintorerias de Bilbao, Vitoria, San Sebastian, Asturias y Cantabria.