La arquitectura tradicional ha evolucionado desde la toma de luz por patios hasta la incorporación de las tendencias norte-europeas a construir en vidrio las fachadas de los edificios. Éstos son denominados "muros-cortina" y grandes ventanales y su repercusión en el uso masivo del vidrio transciende en calor, deslumbramiento y un gasto irracional de la energía. Nosotros proponemos cambiar eso. Instalamos láminas antisolares.