Situado en el famoso “¨Barrio de Santa Cruz” en la alegre calle de Santa María la Blanca, este restaurante con un aire excéntrico y simpático retro que tiene capacidad para poco más de 40 comensales, transmite la relajante sensación de sentirse en casa.
Un ambiente cálido, suave y acogedor, envuelto de tonos apagados y rojizos, grises azulados y mobiliario simple inspirado en el Vintage de los años 60.
La Gallina Bianca basada, rigurosamente, en el house-made donde el pan, la pasta y los dulces son de fabricación propia, así como la pizza cocinada a la leña. Es el lugar ideal para saborear una cocina simple y ligera, hecha de sabores auténticos respetando las reglas de la cocina tradicional italiana, que nunca olvida la atención por las materias primas y por los ingredientes siempre frescos, seleccionados y de calidad.